[ # L a _ H a b a n a ]
L a V i d a D e L o s O t r o s.
[ S t r e e t P h o t o g r a p h y ]
[ F o t o g r a f í a D o c u m e n t a l ]
Todo eran historias.
Cuentos de sueños no contados, promesas rotas.
21 fotografías en 21 días de primavera en La Habana, Cuba.
Pequeñas escenas de una película que aun no ha encontrado su final, en definitiva, una sucesión de fotogramas que configuran la presentación, el nudo, pero no el desenlace.
Solamente fotogramas, en definitiva.
Una sucesión de historias secretas, monólogos de una trascendencia que supera la percepción habitual del tiempo, nada mas alejado de la pura prosa en una narración determinada solamente por la vida de los otros y su ausencia.
Hablan sus ojos, ríen sus arrugas, suena cada inflexión de la piel en la memoria de una vida muy vivida, quizás con demasiada intensidad, como esos mecheros que se guardan en un cajón cuando se quedan sin gas, con la esperanza de volver a servir un día futuro para encender un cigarro.
A modo de aquellos que se esconden de su propia memoria, La Vida de los Otros cuenta las historias no contadas, silenciadas por el tedioso paso del tiempo en forma de pequeños estallidos inesperados, miradas que gritan, lloran y al mismo tiempo sonríen en silencio.
Modelos que posan a cambio de unos dólares, regalan instantes de una vida no contada.
Cortas conversaciones, algunas veces largas, preceden a un solo disparo. Una apertura de diafragma como esa alma que se abre y se cierra a voluntad.
Fotogramas, en definitiva, pequeñas perlas detenidas en el tiempo, retratos de quienes no han posado nunca, porciones de vidas no contadas.
La Vida de los Otros es sus historias en el caminar a través del tiempo en una contrarreloj que define las reglas de las limitaciones de los 24 o 36 instantes de un film Ilford.
Historias, en definitiva, como digo no contadas, prosa que habla desde lo mas profundo de la mirada.
Recuerdos que no pretendían decir nada, pero que resultaron decirlo todo, mucho mas de lo esperado.
Gentes de bien, universitarios de la calle, libreros, tiradoras de cartas y mendigos, acompañados de los artistas de la vida, los barberos, los burgueses y los desheredados, tenderos que aparecen de forma inesperada en el camino.
Cuentos de personas, de vidas que dialogan, narran La Vida de los Otros.
Recuerdos del músico callejero.
Historias.
Vivencias de sueños no contados, promesas rotas. Pequeñas piezas de un puzle inacabado que busca algún final a su historia no contada.
21 días donde cada inflexión de la piel es la interpretación de una batalla vivida en una guerra imposible de ganar, resquicios de la esperanza, ese motor que nos mueve siempre hacia delante.
Escondidos en su memoria, son historias no contadas.
La Vida de los Otros es la documentación de la realidad contemporánea, llantos y risas que se alternan.
Documentación de una realidad que no existe en los medios de comunicación occidentales, saturados por el nuevo suceso que cambiará el mundo, cotidianidad que no será noticia.
Las heridas dan paso a nuevas heridas a modo de la lluvia que cubre la tormenta previa, lagrimas que se superan con sonrisas, nueva esperanza de un mundo mejor.
Felicidad de vidas sencillas, con esa sensación de no tener nada que perder, todo por ganar, historias no contadas, lo cotidiano, la percepción personal del paso del tiempo, la ausencia del descanso, la incertidumbre por el futuro.
Arrugas que delatan el discurso de la memoria, un cuento de recuerdos a veces inventados, dulcificados por ese mecanismo que nos aleja de la realidad reflejada en manos y rostros, guardianes de recuerdos de la lírica del tiempo detenido.
Cada día se convierte en un eslabón más, cada momento es un instante ya vivido, cada fuego una quemadura que ha cicatrizado antes de encenderse el fuego.
Al recorrer cada barrio de la ciudad, descubrí la extraña relación que se desarrolla en la sociedad contemporánea, en algunos casos de extrema riqueza, en otros de una necesidad básica que no ha sido reconocida.
La familia y el trabajo se entrelazan sin diferencia entre edades, sexos o cualquier otra condición humana, sin importar el proceso, sino meramente el día a día de una supervivencia precaria por los escasos medios sin una perspectiva lógica de cambio.
El destino es una ilusión, el tiempo un invento moderno, la resignación a vivir en la propia vida, la vida de los otros.
[#L A_ H A B A N A]
LA VIDA DE LOS OTROS.
MAYO, 2023
MAYO 2023.
© David Delgado Ruiz / DDR ART GALLERY.
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[#LA_HABANA] La Vida de los Otros.
© David Delgado Ruiz / DDR ART GALLERY